En la reunión preliminar, se establece el primer contacto entre el cliente y el diseñador de interiores. Durante esta reunión, se discuten los objetivos del proyecto, las expectativas del cliente y los requisitos del espacio. También se presenta la metodología de trabajo y los plazos de entrega.
Una vez que se ha establecido una buena comunicación con el cliente y se ha definido el alcance del proyecto, se realiza un recorrido por el espacio.
Durante esta visita, se evalúa el lugar, se toman medidas y fotografías, y se discute cualquier limitación o problema que pueda afectar el diseño.
Después de la visita, se elabora un diagnóstico que incluye una evaluación detallada del espacio y una lista de requisitos específicos del cliente. Este diagnóstico sirve como base para el diseño y ayuda a identificar las mejores soluciones para el espacio.